El templo de San Juan Bautista luce una vistosa fachada cóncava, seccionada en dos niveles adornados con pilastras dobles que sirven a su vez de marcos para nichos; cuatro de estos en cada nivel, distribuidos dos a la izquierda y dos a la derecha. La portada, en la parte superior, está adornada también por un vitral que se encuentra debajo del nicho central y le corona un arco donde se aprecia, a su vez, una abertura al centro que sugiere la forma de flor de lis. El interior de sus márgenes contiene una pequeña cruz de piedra, con el cielo de fondo. La nave, que puede dividirse en tres secciones, está cubierta por bóvedas de cañón. La entrada principal al inmueble se ubica al Oeste y el altar hacia el Este, albergado por una cúpula. Dos torres destacan en la fachada: la de menor tamaño, ubicada en el extremo Norte, contiene la habitación que protege la maquinaria de su monumental reloj de manufactura poblana; al extremo Sur está la torre del campanario, algunos metros más alta que la anterior. Dentro de la torre de asenso es posible apreciar los materiales de construcción sin recubrimientos, compuestos por tezontle, cantera y adobe, mientras que la iluminación natural de sus escaleras está proveÃda exclusivamente por boquetes en los muros. Las vigas del campanario dejan ver, por su parte, la antigüedad y la gran resistencia estructural de la parroquia.